EXPLORACION GEOTERMICA EN CHILE
Las exploraciones geotérmicas en Chile se iniciaron en 1968 como resultado de un convenio suscrito entre el Gobierno de Chile y el PNUD. Para llevar a cabo este convenio la CORFO creó el Comité para el Aprovechamiento de la Energía Geotérmica, y cuya función fundamental fue “programar, dirigir y realizar investigaciones y trabajos en las zonas que existan recursos geotérmicos, encaminados a establecer las posibilidades más adecuadas de explotación de los mismos”. Como una primera etapa de los estudios, las exploraciones se restringieron a las Regiones de Tarapacá y Antofagasta por ser éstas las más deficitarias en recursos energéticos e hídricos del país. Los escasos recursos hidráulicos disponibles han sido en su totalidad empleados y las exploraciones petrolíferas llevadas a cabo en estas regiones han sido desfavorables.
Consecuentemente, las necesidades de energía eléctrica han debido ser suplidas mediante centrales térmicas convencionales; además de la energía, existe la limitante de la falta de agua para cualquier expansión industrial o minera en la región.
Aparte de los estudios llevados a cabo mediante el proyecto CORFO-PNUD, que estuvo vigente hasta 1976, el conocimiento que actualmente se tiene acerca de las posibilidades de energía geotérmica de Chile se basa en los estudios volcanológicos y geoquímicos de numerosas áreas termales, realizados por investigadores del Departamento de Geología de la Universidad de Chile y del SERNAGEOMIN.
De acuerdo con los estudios realizados queda de manifiesto que las áreas con actividad geotermal se encuentran asociadas a la franja volcánica del Plioceno-Holoceno que se extiende a lo largo de la Cordillera de los Andes, lo cual demuestra que la fuente de calor que da origen a las áreas termales corresponde a la actividad magmática. Tanto la actividad magmática como la actividad sísmica y en gran medida el flujo calórico en el territorio de Chile, están controlados por los procesos de subducción de la Placa de Nazca bajo el margen occidental del continente. (Lahsen,1988).
Las principales áreas con actividad termal reconocidas que aparecen en la Fig. 3 incluyen fuentes termales cuya temperatura en superficie va desde los 30°C, hasta geiseres y fumarolas, cuya temperatura puede incluso sobrepasar el punto de ebullición local. Areas de manifestaciones termales inferiores a 30°C no han sido consideradas, aún cuando la temperatura media anual, en algunos sectores, es del orden de 0°C, como ocurre en la alta Cordillera del Norte de Chile.
(Lahsen, 1985).
Areas Termales del norte de Chile
En la zona Norte se han realizado estudios geológicos y geoquímicos en una veintena de áreas con actividad termal ubicadas entre los 18° y 24° S estas áreas incluyen fuentes termales de hasta 86°C, correspondiente al punto de ebullición para una altura de unos 4.000 m s.n.m., donde se encuentran ubicadas la mayoría de ellas (Fig. 3). Algunas de estas áreas se extienden por varios km2, con una gran cantidad de manifestaciones y una notable alteración hidrotermal en las rocas adyacentes.
Las aguas de las fuentes termales, en su gran mayoría corresponden a soluciones cercanamente neutras del tipo cloruradas, con contenidos variables de Si02, Na, K, Ca, Mg y cantidades menores pero apreciables de Li, Cs, As y B, además de sulfatos y carbonatos (Lahsen, 1976).
Mediante geotermómetros químicos basados principalmente en el contenido de Si02 y en los cationes Na - K - Ca se han determinado temperaturas mínimas de subsuperficie que varían entre 180° y 250°C para los sistemas geotérmicos de Suriri, Puchuldiza, Pampa Lirima y El Tatio, en este último la temperatura máxima registrada en pozos fué de 276°C (Lahsen y Trujillo, 1975).
Las áreas termales del Norte de Chile donde se han realizado las investigaciones sistemáticas más avanzadas, corresponden al El Tatio y Puchuldiza alcanzando hasta la etapa de perforación de pozos exploratorios. En el caso específico de El Tatio se alcanzó, en 1976, la etapa de estudios de factibilidad para la instalación de una primera central geotermoeléctrica de 20MW, y además se realizaron pruebas de desalinización del agua termal mediante una planta piloto. Como resultado de esta se concluyó que era posible producir como producto 10 l/seg de agua potable por cada MW de potencia eléctrica que se instalase.
Areas termales del centro - sur de Chile
En la zona central se conoce una gran cantidad de áreas termales con manifestaciones a temperaturas mayores de 30°C, de ellas, al menos la mitad sobrepasan los 60°C alcanzando en varios casos el punto de ebullición. Normalmente las áreas de manifestaciones termales de mayor temperatura se encuentran ubicadas en las cercanías de centros volcánicos activos; a pesar de ello, la composición química de sus aguas no siempre muestra un aporte significativo e fluidos de origen magmático. De las aguas termales analizadas de esta zona, aquellas asociadas a los volcanes Chillán, Copahue, Puyehue y Cordón de Caulle corresponden, entre otras, al tipo ácido sulfatadas lo cual refleja un aporte significativo de H2S magmático a tales aguas (Lahsen, 1985).
En las áreas termales de mayor temperatura, aparte de aquellas ácido-sulfatadas, predominan las aguas cloruradas y cloro-sulfatadas y en menor proporción las aguas carbonatadas; en forma adicional, incluyen contenidos variables de Si02 y Na, K, Ca y Mg principalmente.
INVESTIGACIONES EN CURSO
A partir de diciembre de 1999 se ha iniciado un proyecto de tres años, denominado “Caracterización y Evaluación de los Recursos Geotérmicos de la Zona Central-Sur de Chile: Posibilidades de Uso en Generación Eléctrica y Aplicaciones Directas”, el cual es financiado por el Programa FONDEF de CONICYT. Este proyecto es llevado a cabo por el Departamento de Geología de la Universidad de Chile en colaboración con la Empresa Nacional del Petróleo y con el apoyo del Instituto Internacional de Investigaciones Geotérmicas de Italia, del Instituto de Geología General y Aplicada de la Universidad de Munich (Alemania) y del Instituto Geotermal de la Universidad de Auckland (Nueva Zelandia).
Para llevar a cabo este proyecto se cuenta con académicos y tesistas del Departamento de Geología de la Universidad de Chile y especialistas y profesionales de las distintas instituciones colaboradoras. El Director General del Proyecto es el Prof. Alfredo Lahsen y el Director Alterno el Prof. Carlos Palacios.
Los objetivos de este proyecto son los siguientes:
- Determinar la potencialidad de energía geotérmica en la zona central-sur de Chile.
- Establecer las posibilidades de utilización del recurso, de acuerdo con sus características físicas y químicas.
- Seleccionar las áreas más promisorias como para ser utilizadas con fines eléctricos y desarrollar en ellas los estudios de detalle necesarios.
- Formar especialistas en investigación de recursos geotérmicos necesarios para transferir los conocimientos científicos y tecnológicos.
POSIBILIDADES DE UTILIZACION EN CHILE
Los antecedentes disponibles a la fecha muestran claramente la estrecha relación existente entre áreas geotermales y magmatismo reciente evidenciado por la actividad volcánica a lo largo de la Cordillera de los Andes. Es por ello que resulta esencial para la estimación del potencial de energía geotérmica de una zona, conocer la distribución y naturaleza del volcanismo reciente y de las áreas de fuentes termales asociadas.
Para la utilización de energía geotérmica con fines prácticos se requiere la conjunción de una serie de factores: geológicos (o físicos), tecnológicos, económicos, sociales e incluso políticos, los cuales condicionan la posibilidad de explotar esta energía en una determinada zona.
Entre los factores geológicos o físicos es necesario considerar la distribución de la temperatura en profundidad, la permeabilidad de las rocas, el estado físico (agua o vapor) de los fluidos, el factor de recuperación de los mismos y la profundidad a la cual las perforaciones podrían captarlos. Los factores tecnológicos conciernen a la perforación de pozos y extracción de los fluidos y, a su posterior transporte y utilización. Los factores económicos, sociales y políticos dicen relación con el valor económico y social de las distintas aplicaciones de la energía geotérmica, la disponibilidad local de otras fuentes energéticas alternativas y el tipo de política energética nacional.
De acuerdo con los estudios realizados a la fecha, efectivamente existen en Chile recursos geotérmicos susceptibles de ser utilizados ya sea en la generación de electricidad o bien, para ser empleados en forma directa en diversos tipos de aplicaciones. Sin embargo, para lograr un desarrollo y aplicación de este recurso es necesario llevar a cabo programas de investigación tendientes a su localización, caracterización y evaluación.
Usos Eléctricos
Para la generación de electricidad la tecnología actualmente existente permite la utilización de fluidos de hasta 100°C mediante equipos de ciclo binario; fluidos sobre los 150°C pueden ser utilizados en plantas geotermoeléctricas convencionales. También en la actualidad pueden resultar competitivas pequeñas centrales geotermoeléctricas para abastecer comunidades rurales aisladas, para tal efecto existen mini centrales de 35 a 1.000 kW de potencia.
Usos no Eléctricos
De acuerdo con (Lindal, 1973) los sistemas geotermales con aguas a temperaturas inferiores a 100°C pueden ser desarrolladas con el objeto de darles diversos usos, entre los cuales es posible señalar los siguientes:
- Calefacción urbana y balnearios, que con el desarrollo económico del país podrían ser instaladas en áreas accesibles y en rutas internacionales.
- Invernaderos, para el cultivo de hortalizas y/o flores.
- Acuicultura, para la crianza de peces, por ejemplo truchas y salmones y, para crustáceos.
- Secado de productos agrícolas, ya sean granos, heno o frutas.
Usos Industriales: Los recursos geotérmicos también ofrecen diversas posibilidades de aplicaciones industriales; las más importantes podrían ser las siguientes:
Industria Química: La existencia de salares en el Altiplano Chileno, en los cuales se encuentran además áreas de fuentes termales, y que contienen concentraciones relativamente altas de metales alcalinos (Li, Cs, K), boro y otros elementos trazas podrían emplear agua termal en sus procesos de extracción y separación.
Refinación de Azufre: Varias áreas termales presentan en sus cercanías volcanes con depósitos de azufre el que podría ser refinado en el lugar, contando el transporte de material estéril.
Producción de agua potable: El agua potable en el Norte de Chile es ocasionalmente escasa, y gran parte de ella es transportada mediante tuberías desde la alta cordillera. Los fluidos geotermales tienen el calor suficiente para su desalinización, esto se ha comprobado en El Tatio con una planta desalinizadora piloto que funcionó de 1975 a 1976 y permitió demostrar que se podría obtener agua pura en una proporción de 10 1/seg por cada MW eléctrico que se instalase.
Industria del papel: En la zona sur se podría emplear agua caliente o vapor en los procesos de elaboración de la celulosa.
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